En una Semana como ésta, en la que todos los años recordamos que el 5 de junio de 1898 nació nuestro poeta, Federico García Lorca, este año nos hemos encontrado con el Federico más músico. Aunque parezca increíble, Federico tuvo una gran vocación, la de ser músico, pero que dejó un poco apartada en favor de la poesía, su otro lenguaje.
Federico tocaba el piano de un modo muy digno. Se sabe que en la Residencia de Estudiantes en Madrid animaba las tardes con sus notas y sus textos, convirtiéndose en el centro de atención de todas las miradas.
En este ambiente de notas y sonidos Federico creó la única obra musical de autoría propia de todo su legado. En una grabación que se ha convertido casi en una reliquia el mismo Federico toca al piano las Canciones Populares que él mismo recogió en la Vega y a las que puso voz la Argentinita, gran amiga del poeta.
Este legado musical es el que nos ha brindado el dúo de excelentes intérpretes que nos ha visitado: Marta Sánchez (soprano) y José Amador (guitarra). El hall de nuestro centro se ha llenado del folklore que más asociamos a nuestra tierra en una semana de especiales resonancias lorquianas. La Tarara, Los cuatro muleros, Anda jaleo... han sonado esta vez no sobre las notas del piano de Federico, sino sobre las que José iba sacando magistralmente de su guitarra en una especial transcripción de la partitura original para este instrumento.
Federico tocaba el piano de un modo muy digno. Se sabe que en la Residencia de Estudiantes en Madrid animaba las tardes con sus notas y sus textos, convirtiéndose en el centro de atención de todas las miradas.
En este ambiente de notas y sonidos Federico creó la única obra musical de autoría propia de todo su legado. En una grabación que se ha convertido casi en una reliquia el mismo Federico toca al piano las Canciones Populares que él mismo recogió en la Vega y a las que puso voz la Argentinita, gran amiga del poeta.
Este legado musical es el que nos ha brindado el dúo de excelentes intérpretes que nos ha visitado: Marta Sánchez (soprano) y José Amador (guitarra). El hall de nuestro centro se ha llenado del folklore que más asociamos a nuestra tierra en una semana de especiales resonancias lorquianas. La Tarara, Los cuatro muleros, Anda jaleo... han sonado esta vez no sobre las notas del piano de Federico, sino sobre las que José iba sacando magistralmente de su guitarra en una especial transcripción de la partitura original para este instrumento.
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